viernes, 4 de enero de 2019

CRISIS MIGRATORIA

















La crisis migratoria en Europa,​ también conocida como crisis migratoria en el Mediterráneo o crisis de refugiados en Europa,​ es una situación humanitaria crítica, que se agudizó en 2015, por el incremento del flujo descontrolado de refugiados,​ solicitantes de asilo,​ migrantes económicos y otros migrantes en condición de vulnerabilidad, que en conjunto comparten las vías de desplazamiento irregular hacia países de la Unión Europea. A fecha de 21 de diciembre de 2015, más de 1.006.000 personas habían entrado en Europa, de las cuales más de 942.400 habían solicitado asilo político.​ Por otra parte, 3406 personas habían muerto en el intento.​

Se trata de la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa, después de la Segunda Guerra Mundial.​ Según el vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, es «una crisis mundial que necesita una respuesta europea».​ El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados declaró que Europa está frente a «una de las mayores afluencias de refugiados en décadas» y enfatizó que se trata de «una crisis de refugiados, y no solo un fenómeno migratorio».​

Por otra parte, las caravanas de migrantes centroamericanos rumbo a Estados Unidos son una serie de éxodos iniciados en octubre de 2018 con el objetivo de buscar mejores condiciones de vida. El primero de ellos fue iniciado por unos mil hondureños el 13 de octubre de 2018, quienes partieron de San Pedro Sula, Honduras, algunos con el objetivo de llegar a México para pedir asilo,​ y empujados por la pobreza y violencia en su país de origen.​ Le siguió una segunda caravana de casi mil hondureños, que partió de Esquipulas, Guatemala, el 21 de octubre; y otras tres caravanas conformadas por salvadoreños, que partieron desde El Salvador los días posteriores. La primera caravana ha sido criticada desde su inicio por el gobierno estadounidense, especialmente por el presidente Donald Trump.

Por no hablar de otras crisis migratorias en Asia, America, etc....




Frenar a los emigrantes es el grito desde ambos lados del Atlántico, aplicando una política de "tolerancia cero" para los emigrantes y que plantea desafíos cada vez mayores para los líderes mundiales. Hubo mucho movimiento en torno a los pactos globales de Migración y Refugio.. pero lo cierto es que es insuficiente ante el reto que la migración irregular hoy manifiesta en el mundo. Los éxodos migratorios siguen quedándose en un cuello de botella porque el contexto del que salen, provocado por la violencia estructural no es suficiente para que la comunidad internacional responda pronta y expeditamente ante una crisis migratoria global...

Pero el tema de fondo es el mundo dividido entre los ricos siempre más ricos y los pobres siempre más pobres. Es una falta de solidaridad real para el crecimiento de todos.

Los migrantes son la prueba real de que las asimetrías y las desigualdades que se están institucionalizando cada día más. Ellos son el grito de los pobres que dicen: aquí estamos, no se olviden de nosotros. 

Es preciso proponer formas para proteger los derechos de quienes se encaminan a otros países desde África o desde Oriente Próximo, o desde América y evitar los riesgos de abusos, violaciones y vejaciones —sobre todo a niños y mujeres— a manos de las mafias dueñas de los itinerarios migratorios, particularmente en el Mediterráneo. 

Es proponer una actitud solidaria con los seres humanos que padecen esta situación es imprescindible asimismo una colaboración activa de toda la población, no sólo de las instituciones, mediante ayuda humanitaria que se puede concretar de diferentes maneras. 

Somos llamados a encontrar la solución a las diversas situaciones de sufrimiento y marginación en las que viven tantos hermanos y hermanas.



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