lunes, 22 de octubre de 2018

FIESTA DEL SEÑOR DE LOS MILAGROS, PATRÓN DE PERÚ























El pasado domingo 21 de octubre la comunidad peruana residente en Guadalajara celebró al Señor de los Milagros, patrón de su país. La celebración fue en la parroquia de San Juan de Ávila, parroquia sede de la imagen y de la comunidad peruana, y congregó a muchos feligreses. Presidió la celebración el párroco, D. Fidel Blasco

Durante la celebración D. Fidel señaló:
"...Para los cristianos, no hay fronteras.... 
 ....Hoy es domingo mundial de las misiones, la misión está en el tuétano del cristianismo.    
....Dios nos ha puesto a todos una misión, anunciar a Jesucristo, lo anunciamos a través de ritos, de
bailes....
.... miramos la imagen del Señor de los Milagros porque él quiere lo mejor para nosotros.....  
... tenemos una misión y la tenemos que desarrollar.        
..... Hoy recordamos a los seres queridos, todo lo que ocurre en la familia, hoy es un día de recuerdo, 
y acudimos a Aquél que nos da consuelo. 
....Querida comunidad peruana, somos cristianos porque nuestros padres nos dieron lo más importante, la FE."

La fe y la cultura que se han ido compartiendo a través de los años en estas celebraciones enriquece a las generaciones hispano-peruanas presentes con la suma de estas dos culturas. La fe pretende ser interpretación de la realidad y clave para la existencia humana. En este sentido se toca con la cultura y necesita de ella. A su vez, la cultura se nos muestra como una realidad de carácter personal y social a la vez, y como unidad de los pueblos. 

Además de la comunidad peruana en la celebración hubo gente de otros países: Venezuela, Honduras, Ecuador, México, etc se hicieron presentes en la celebración de la fiesta y también la celebración provocó que muchos vecinos por donde pasó la procesión salieran a sus ventanas a mirar el acto de fe y devoción de la comunidad peruana

El encuentro festivo culminó con un “compartir” al estilo peruano. 

La Hermandad del Señor de los Milagros se constituyó formalmente en la diócesis en 2002.



Pareja peruana bailando una marinera ante el Señor de los Milagros.



Los niños también bailaron canciones de Perú.



El grupo de baile ecuatoriano también participo en el acto.








sábado, 20 de octubre de 2018

ENTREVISTA A NUESTRA DELEGADA, LETICIA GUTIÉRREZ, PARA UNA EMISORA MEXICANA










Debido a la crisis por caravana de migrantes hondureños, que tras su paso por Guatemala esta en la frontera de México, con la idea de llegar a Estados Unidos e  incluso a Canadá  aduciendo razones de seguridad y la busca de mejores condiciones de vida. Una emisora de radio de México, ha hecho una entrevista a nuestra Delegada de Migraciones para escuchar su opinión sobre esta realidad en México:


La entrevista a Leticia esta más o menos por el minuto 31

Leticia Gutiérrez ha sido entrevistada por la labor que estuvo haciendo durante los últimos 11 años en México, primero como Secretaria Ejecutiva de la Movilidad Humana en la Conferencia Episcopal Mexicana y después en la fundación de SMR (Scalabrinianas Misión Migrantes y Refugiados); organización que fue fundado con laicos y que dirigen las hermanas Scalabrinianas y que acompaña de manera integral a migrantes victimas de delitos y a personas sujetas de protección internacional.

El coste de la vida  en Honduras aumentó considerablemente, convirtiendo la realidad de país en una pesadilla para la población hondureña de escasos recursos económicos. Los alimentos básicos como los huevos aumentaron más de seis lempiras (moneda de Honduras) su precio habitual, la gasolina super está ahora por los 103 lempiras el galón y la tarifa energética incrementó en más de un 18%. La situación es cada vez más precaria, y la población es quien paga esos golpes, una población que al ver este contexto pierde las esperanzas, pierde las ganas de permanecer en el país. El mes de octubre trajo paquetazos, pero también medidas desesperadas, en la segunda quincena del mes, ciudadanos organizaron caravanas para migrar con rumbo a Estados Unidos. Las caravanas son la primera respuesta de las víctimas ante la crisis insostenible.



jueves, 18 de octubre de 2018

CALENDARIO MESAS DE MIGRACIONES







Aquí esta el calendario con las fechas previstas para las Mesas de Migraciones.  

El próximo martes está prevista la primera Mesa de Migraciones con un tema muy interesante a tratar. Sientase invitados a participar todo aquel que tenga curiosidad por el tema y lo desee.  




lunes, 15 de octubre de 2018

NOSSA SENHORA DA CONCEIÇÁO APARECIDA DE BRASIL


Imagen de la Virgen de Aparecida en la parroquia de Marchamalo.



El párroco de Marchamalo, Miguel Torres, durante la celebración.













!!!Saudades da terra!!!

Las nostalgias de la tierra siempre están presentes en la vida de migrantes y refugiados. 

El pasado sábado 13 de octubre, celebrábamos a la Virgen de Aparecida, Patrona de Brasil, hablar la propia lengua, cantar los cantos en portugués y hacer los ritos de entronización de la palabra con una danza, ahhh qué vínculos profundos con aquello que nos une a nuestros seres queridos, a nuestra patria, a eso que también somos. 

Rescato el reconocimiento que hizo Don Miguel el párroco de la comunidad de Marchamalo:  ”agradecemos lo que ustedes han venido a aportar a nuestra tierra, acompañando a migrantes, enseñando a nuestros niños en las escuelas o atendiendo a nuestras familias...un reconocimiento por todo el bien que están haciendo en este país”. 

Las diferencias nos enriqueces, NO TENGAMOS MIEDO....atrevámonos a conocernos...

La Virgen de Aparecida se celebra en Brasil el día 12 de octubre. 


jueves, 11 de octubre de 2018

ORANDO EN LA IV JORNADA MUNDIAL POR EL CUIDADO DE LA CREACIÓN



























El 1 de septiembre la Iglesia celebra cada año la Jornada Mundial de oración por el cuidado de la creación. En nuestra Diócesis se celebró el pasado 7 de octubre en la ciudad de Guadalajara y fue un encuentro en el que participo la Comunidad Ortodoxa Rumana de la parroquia de San Juan Casiano,  y las  las entidades de Casa Nazaret: Cáritas, Manos Unidas, Guada Acoge y Delegación Diocesana de Migraciones.

En esta cuarta edición de la jornada el Santo Padre ha hecho público un mensaje en el que agradece “al Señor por el don de la casa común y por todos los hombres de buena voluntad que están comprometidos en custodiarla”. Al mismo tiempo, agradece también “los numerosos proyectos dirigidos a promover el estudio y la tutela de los ecosistemas, los esfuerzos orientados al desarrollo de una agricultura más sostenible y una alimentación más responsable, las diversas iniciativas educativas, espirituales y litúrgicas que involucran a tantos cristianos de todo el mundo en el cuidado de la creación”. En esta ocasión, el Papa Francisco llama la atención “sobre la cuestión del agua, un elemento tan sencillo y precioso, cuyo acceso para muchos es lamentablemente difícil si no imposible. El mensaje lleva también una denuncia e invitación a tomadores de decisiones a la no privatización del agua y a cuidar sobre todo que éste elemento se preserve en nuestra casa común....les invito para que lean el mensaje y sobre todo asumamos la tarea de cuidar nuestra aldea global, pues el daño que le hagamos a la naturaleza tendrá consecuencias que las seguiremos padeciendo nosotr@as mismas y seguirán siendo causa de emigración....

También reflexionamos sobre la utilización de la noción del mar como frontera, como un espacio que nos separa y nos conecta, meditando sobre la esperanza que ofrece a las personas migrantes y el terror que les provoca. La emigración por el Mediterráneo vuelve a ser un tema principal, estimulada, en parte, por el deseo de encontrar una vida mejor, pero junto a los emigrantes económicos vemos un número cada vez mayor de refugiados de la guerra y la destrucción, también víctimas de una explotación evidente por parte de los traficantes de personas, pero dispuestos a encomendarse a embarcaciones destartaladas, y lo bastante desesperados para querer o necesitar escapar de su tierra natal. Las soluciones pasan por reafirmar la necesidad de conservar el asilo y la protección a los refugiados, y de contemplarlos como una responsabilidad global compartida. 

Ante todo esto leamos el texto completo del mensaje del Papa Francisco.

Queridos hermanos y hermanas:

En esta Jornada de oración deseo ante todo dar gracias al Señor por el don de la casa común y por todos los hombres de buena voluntad que están comprometidos en custodiarla. Agradezco también los numerosos proyectos dirigidos a promover el estudio y la tutela de los ecosistemas, los esfuerzos orientados al desarrollo de una agricultura más sostenible y una alimentación más responsable, las diversas iniciativas educativas, espirituales y litúrgicas que involucran a tantos cristianos de todo el mundo en el cuidado de la creación.

Debemos reconocer que no hemos sabido custodiar la creación con responsabilidad. La situación ambiental, tanto a nivel global como en muchos lugares concretos, no se puede considerar satisfactoria.

Con justa razón ha surgido la necesidad de una renovada y sana relación entre la humanidad y la creación, la convicción de que solo una visión auténtica e integral del hombre nos permitirá asumir mejor el cuidado de nuestro planeta en beneficio de la generación actual y futura, porque «no hay ecología sin una adecuada antropología» (Carta enc. Laudato si’, 118).


En esta Jornada Mundial de Oración por el cuidado de la creación, que la Iglesia Católica desde hace algunos años celebra en unión con los hermanos y hermanas ortodoxos, y con la adhesión de otras Iglesias y Comunidades cristianas, deseo llamar la atención sobre la cuestión del agua, un elemento tan sencillo y precioso, cuyo acceso para muchos es lamentablemente difícil si no imposible.

Y, sin embargo, «el acceso al agua potable y segura es un derecho humano básico, fundamental y universal, porque determina la sobrevivencia de las personas, y por lo tanto es condición para el ejercicio de los demás derechos humanos. Este mundo tiene una grave deuda social con los pobres que no tienen acceso al agua potable, porque eso es negarles el derecho a la vida radicado en su dignidad inalienable» (ibíd., 30).

El agua nos invita a reflexionar sobre nuestros orígenes. El cuerpo humano está compuesto en su mayor parte de agua; y muchas civilizaciones en la historia han surgido en las proximidades de grandes cursos de agua que han marcado su identidad. Es sugestiva la imagen usada al comienzo del Libro del Génesis, donde se dice que en el principio el espíritu del Creador «se cernía sobre la faz de las aguas» (1,2).

Pensando en su papel fundamental en la creación y en el desarrollo humano, siento la necesidad de dar gracias a Dios por la “hermana agua”, sencilla y útil para la vida del planeta como ninguna otra cosa. Precisamente por esto, cuidar las fuentes y las cuencas hidrográficas es un imperativo urgente.

Hoy más que nunca es necesaria una mirada que vaya más allá de lo inmediato (cf. Laudato si’, 36), superando «un criterio utilitarista de eficiencia y productividad para el beneficio individual» (ibíd., 159). Urgen proyectos compartidos y gestos concretos, teniendo en cuenta que es inaceptable cualquier privatización del bien natural del agua que vaya en detrimento del derecho humano de acceso a ella.

Para nosotros los cristianos, el agua representa un elemento esencial de purificación y de vida. La mente va rápidamente al bautismo, sacramento de nuestro renacer. El agua santificada por el Espíritu es la materia por medio de la cual Dios nos ha vivificado y renovado, es la fuente bendita de una vida que ya no muere más.

El bautismo representa también, para los cristianos de distintas confesiones, el punto de partida real e irrenunciable para vivir una fraternidad cada vez más auténtica a lo largo del camino hacia la unidad plena. Jesús, durante su misión, ha prometido un agua capaz de aplacar la sed del hombre para siempre (cf. Jn 4,14) y ha profetizado: «El que tenga sed, que venga a mí y beba» (Jn 7,37). Ir a Jesús, beber de él, significa encontrarlo personalmente como Señor, sacando de su Palabra el sentido de la vida.

Dejemos que resuenen con fuerza en nosotros aquellas palabras que él pronunció en la cruz: «Tengo sed» (Jn 19,28). El Señor nos sigue pidiendo que calmemos su sed, tiene sed de amor. Nos pide que le demos de beber en tantos sedientos de hoy, para decirnos después: «Tuve sed y me disteis de beber» (Mt 25,35). Dar de beber, en la aldea global, no solo supone realizar gestos personales de caridad, sino opciones concretas y un compromiso constante para garantizar a todos el bien primario del agua.

Quisiera abordar también la cuestión de los mares y de los océanos. Tenemos el deber de dar gracias al Creador por el imponente y maravilloso don de las grandes masas de agua y de cuanto contienen (cf. Gn 1,20-21; Sal 146,6), y alabarlo por haber revestido la tierra con los océanos (cf. Sal 104,6).

Dirigir nuestra mente hacia las inmensas extensiones marinas, en continuo movimiento, también representa, en cierto sentido, la oportunidad de pensar en Dios, que acompaña constantemente su creación haciéndola avanzar, manteniéndola en la existencia (cf. S. Juan Pablo II, Catequesis, 7 mayo 1986).

Custodiar cada día este bien valioso representa hoy una responsabilidad ineludible, un verdadero y auténtico desafío: es necesaria la cooperación eficaz entre los hombres de buena voluntad para colaborar en la obra continua del Creador.

Lamentablemente, muchos esfuerzos se diluyen ante la falta de normas y controles eficaces, especialmente en lo que respecta a la protección de las áreas marinas más allá de las fronteras nacionales (cf. Laudato si’, 174). No podemos permitir que los mares y los océanos se llenen de extensiones inertes de plástico flotante. Ante esta emergencia estamos llamados también a comprometernos, con mentalidad activa, rezando como si todo dependiese de la Providencia divina y trabajando como si todo dependiese de nosotros.

Recemos para que las aguas no sean signo de separación entre los pueblos, sino signo de encuentro para la comunidad humana. Recemos para que se salvaguarde a quien arriesga la vida sobre las olas buscando un futuro mejor.

Pidamos al Señor, y a quienes realizan el eminente servicio de la política, que las cuestiones más delicadas de nuestra época ―como son las vinculadas a las migraciones, a los cambios climáticos, al derecho de todos a disfrutar de los bienes primarios― sean afrontadas con responsabilidad, previsión, mirando al mañana, con generosidad y espíritu de colaboración, sobre todo entre los países que tienen mayores posibilidades.

Recemos por cuantos se dedican al apostolado del mar, por quienes ayudan en la reflexión sobre los problemas en los que se encuentran los ecosistemas marítimos, por quienes contribuyen a la elaboración y aplicación de normativas internacionales sobre los mares para que tutelen a las personas, los países, los bienes, los recursos naturales —pienso por ejemplo en la fauna y la flora pesquera, así como en las barreras coralinas (cf. ibíd., 41) o en los fondos marinos— y garanticen un desarrollo integral en la perspectiva del bien común de toda la familia humana y no de intereses particulares.

Recordemos también a cuantos se ocupan de la protección de las zonas marinas, de la tutela de los océanos y de su biodiversidad, para que realicen esta tarea con responsabilidad y honestidad.

Finalmente, nos preocupan las jóvenes generaciones y rezamos por ellas, para que crezcan en el conocimiento y en el respeto de la casa común y con el deseo de cuidar del bien esencial del agua en beneficio de todos.

Mi deseo es que las comunidades cristianas contribuyan cada vez más y de manera más concreta para que todos puedan disfrutar de este recurso indispensable, custodiando con respeto los dones recibidos del Creador, en particular los cursos de agua, los mares y los océanos.




LA DELEGACIÓN ACUDE A LA CITA DEL ENCUENTRO DE PUEBLO DE DIOS 2018










Por Alfonso Olmos
(Director de la Oficina de Información)


El inicio de curso está marcado por la celebración del Encuentro del Pueblo de Dios, que este año tratará de motivar la próxima convocatoria del Sínodo Diocesano. La asamblea de 6 de octubre intentará responder a tres preguntas claves: ¿Qué es un Sínodo?, ¿Por qué este Sínodo hoy? y ¿Cómo se desarrollará?

Sin duda la celebración del sínodo, será un revulsivo en nuestra diócesis y no nos puede encontrar desprevenidos. Va a ser, sin duda, un motivo de gracia. Al inicio de este curso pastoral toda la comunidad diocesana, el obispo, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, tanto de vida activa como contemplativa, los seminaristas, los laicos consagrados, los seglares que viven su fe en las diversas parroquias, grupos o movimientos, debemos ponernos en camino sinodal.

Esto requiere determinación y audacia. Debemos mirar al pasado para estar agradecidos por el trabajo y esfuerzo de muchas personas que han entregado su vida al servicio del evangelio en esta tierra. Tenemos que tener perspectiva de futuro, porque muchas cosas, ineludiblemente, tienen que cambiar. El presente requiere mucho vigor en los que todavía reman, para llevar la nave de la Iglesia a buen puerto.

Andar el camino sinodal es tarea de todos: apoyándonos los unos a los otros, aportando nuestros talentos y cualidades. Hay que descubrir qué quiere Dios de esta porción de su pueblo, que se llama diócesis de Sigüenza-Guadalajara y obrar en consecuencia.

En este mes de octubre, en el que el papa Francisco nos pide oraciones especiales por la Iglesia, recemos a María nuestra madre y a San Miguel Arcángel que intercedan por el Pueblo de Dios, y por todos los que nos disponemos a recorrer este camino eclesial denominado Sínodo Diocesano.


Parte del equipo de la Delegación de Migraciones también estuvo en el Encuentro.






martes, 9 de octubre de 2018

VISITANDO LA ASOCIACIÓN RUMIÑAHUI EN MADRID









Construyendo redes, puentes, pactos globales de solidaridad...visitando la organización de Rumiñahui en Madrid, en espera de Vladimir director de esta organización que tiene todo un trabajo social, transformador y profundo con migrantes en España y Ecuador...

PARA QUIEN QUIERA SABER MAS DE ESTA ASOCIACIÓN AQUÍ PONGO EL ENLACE PARA SU PÁGINA WEB.




ARTÍCULO DE NUESTRA DELEGADA EN LA WEB DE LA DIÓCESIS





Artículo publicado en la pagina de la Diócesis de Sigüenza- Guadalajara
https://www.siguenza-guadalajara.org/index.php/diocesis/articulos-de-opinion/2991-construyendo-comunion


Construyendo comunión

Por Leticia Gutiérrez Valderrama

(Delegada Diocesana de Migraciones)




La diócesis de Sigüenza-Guadalajara es una diócesis inmersa en las migraciones. Cuando hablo de las migraciones, me refiero a los diferentes procesos migratorios en los que está sumergida hoy la humanidad: inmigración, emigración, migración interna, asilo, etc.

Nuestra diócesis no es diferente.  Sabemos lo que singifica que nuestros familiares se vayan de nuestros pueblos a la ciudad más cercana o más industrializada para buscar  mejores oportunidades de vida o simplemente encontrar trabajo, nos es familiar saber que nuestros jóvenes se vayan a estudiar a otra provincia, otra región,  otro  país para cualificar su profesionalización; ésta emigración que nos es tan conocida y que la vivimos en la piel la complementamos con la inmigración que desde hace algunas decadas es parte de nuestra región.  

Haciendo nuestra la invitación de Yavhé  de ver, al forastero que reside junto a vosotros, lo miraréis como a uno de vuestro pueblo y le amarás como a ti mismo Lev. 19,34. Desde la Delegación de Migraciones realizamos diferentes actividades que nos permitan vivir la inclusión, la acogida, el amor, el respeto y reconocernos como iguales y diferentes. Así lo pudimos constatar este sábado 29 de septiembre a través de nuestra primera actividad pastoral llamada ENVÍO. Un Encuentro de Vida, Integración y Oración con la que dimos apertura a nuestro ciclo pastoral. Este pequeño gesto de vernos como un solo pueblo, tiene mucha trascendencia personal, espiritual y social para nuestras hermanas y hermanos migrantes, refugiados y autóctonos.

A la apertura vinieron personas de Brasil, Costa Rica, Ecuador, España, Marruecos, Perú, República Dominicana, Sierra Leona, Venezuela y México. La madre de familia de una de las familias  participantes, nos comparte su testimonio que les quiero dejar en esta página web; para que ustedes queridas hermanas y hermanos lectores, descubran que la  construcción del Reino junto al mundo de las migraciones, es sencilla. Atrevámonos a construir un mundo más humano, más fraterno y más al estilo de lo que Jesús nos pide cuando nos habla del Reino de Dios, ese donde todos y todas cabemos. Les dejo el testimonio de Leny…

“Asistimos a la invitación de Envío, la cual disfrutamos plenamente además del aprendizaje que recibimos (" todos cabemos") sin importar raza, ni color, ni religion, todos somos importantes, merecedores de respeto y solidaridad.

Fue gratificante intercambiar tradiciones culturales y gastronomía de nuestros países y unirnos en oración aún cuando no pertenecíamos todos a la misma religión logramos darnos ese abrazo de hermanos que somos ante los ojos de Dios, Yavé, Alá, Jehova, sin importar como lo llamemos nos conduce a todos al mismo lugar, su corazón. Fue una fiesta maravillosa donde comimos, bailamos, jugamos reímos y nos olvidamos un rato de nuestras preocupaciones diaria para compartir y aprender de otros. Me sentí RENOVADA”.




lunes, 1 de octubre de 2018

ENVÍO: LA FIESTA Y LA ALEGRÍA DEL ENCUENTRO.


Palabras de Bienvenida de nuestra Delegada de Migraciones: Hermana Leticia.
































Buenos días queridos amigos y amigas, finalmente llegó el encuentro con migrantes y refugiados en la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, España y con ello la fiesta, la alegría, el encuentro, el baile, la convivencia...  ya que con estas pequeñas acciones vamos construyendo espacios multiculturales, interconfesionales, incluyentes, acogedores. 

En España es posible y se hace cada vez más necesario y urgente aprender a vivir con PERSONAS de diferentes nacionalidades y esta tarde en el encuentro  del primer ENVÍO estuvimos con personas de Marruecos, Ecuador, República Dominicana, España, Sierra Leona, Perú, Costa Rica, Venezuela, Brasil, y México, pero hay muchas más que nos esperan por las calles de Guadalajara.

Un sueño que iremos haciendo posible poco a poco, porque tenemos la oportunidad de descubrir que el diferente es una riqueza...

Vivimos nuestra experiencia ha sido de lo más ecuménica, qué dicha! Pudimos orar al buen Dios, Jehová, Alá ...es el inicio de lo que vamos a seguir construyendo....gracias por hacerlo posible y estaís invitad@s para nuestro próximo Encuentro, esperar la fecha....