lunes, 7 de noviembre de 2016

MESA DE MIGRACIONES. PRIMERA SESIÓN CURSO 2016/17.



























Mesa de Migraciones. Primera sesión. Martes, 25 de octubre de 2016. Casa Nazaret.

El martes 25 de octubre de reunía de nuevo la Mesa de Migraciones, promovida por la Delegación Diocesana de Migraciones de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Comenzábamos así el curso 2016-17 en el que se van a tratar varios temas interesantes sobre el hecho migratorio.

El tema propuesto para este día fue “Evolución y papel de la mujer inmigrante en España”. La ponente fue María José Torres Pérez (Pepa). Durante aproximadamente dos horas fue desarrollando su ponencia, abierta a las intervenciones de los participantes. Lo hacía desde su experiencia personal en este campo, iniciada hace más de 10 años con el apoyo a distintos colectivos de mujeres que se iban organizando para dinamizar su ciudadanía activa.

El punto de partida de su exposición eran unos presupuestos que no hay que olvidar: no existe la mujer como abstracción, sino que existen las mujeres concretas, con sus propias realidades y culturas; existen diferencias entre ellas, que no se deben olvidar; es necesario rescatar los elementos emancipatorios que unen a todas; por  último, hay que descolonizar la visión que hay acerca de la diversidad.

Cuando  uno oye hablar de mujer inmigrante muchas imágenes se nos pueden venir a la cabeza: oportunidad, sufrimiento, maternidad, lucha por sus hijos, pobreza, diversidad, daño psicológico. Juventud, sueños… En todas estas visiones hay que superar dos miradas: la mujer migrante como víctima y la de que no tiene nada que decir. Las mujeres migrantes tienen mucho que decir y que reivindicar. No son objetos, son siempre sujetos.

Presentando una mirada desde los datos sociológicos, sólo en Madrid hay más de un millón de extranjeros, de ellos unos 300.000 nacionalizados. El 51% son mujeres (las nacionalidades más numerosas: rumanas, marroquíes, chinas, ecuatorianas, colombianas, búlgaras…). Desde la perspectiva del trabajo regularizado, según datos de 2010, el 42% de las mujeres provienen de América Latina. Si se pudiera presentar una fotografía sería la de mujeres jóvenes, con nivel medio de estudios, madres, reagrupadas, cabeza de familia (porque son las que siguen trabajando en la familia, con sueldos menores de 900€). En este colectivo, el mayor impacto lo ha supuesto la llegada de paraguayas que tienen una importante capacidad de organizarse.

Existe también una realidad muy dura: la de las mujeres “invisibles” “sin papeles”; muchas de ellas pasan por los CIES. Se “emplean”, sin contrato, en un gran porcentaje, en el servicio doméstico. ¿Cuál es su defensa? Organizarse.

Ante la pregunta de por qué migran las mujeres, las respuestas son varias: buscan una vida mejor; por dinero, pero no sólo eso; más libertad; salir de la violencia de sus países; por amor; por género, por maternidad… Básicamente llegan por dos vías: laboral y reagrupamiento familiar (aunque con un deseo de autonomía). Casi siempre atrapadas en las cadenas globales de cuidados (un mercado ocupado por mujeres; una discriminación que no termina nunca de agotarse).

Han sido precisamente las mujeres migrantes las que han sacado a la luz la necesidad de un trabajo digno. ¿Cómo se consigue eso? Pepa nos propone unas puntadas para avanzar en ese camino:
1.- Cortar distancias y saltar fronteras entre visibilidad e invisibilidad. Convivir.
2.- La escucha, la acogida, la relación y el cuidado de los vínculos personales. Sin imponer ritmos, sólo ir detectándolos. No olvidar que acoger nos “complica”.
3.- Reconocer al otro (y su cultura) como sujeto de la historia. Reconocer su ciudadanía, su derecho a tener derechos. Salir del etnocentrismo y romper el victimismo. Superar el patriarcalismo. Pensar juntos estrategias de supervivencia.

Terminamos nuestro encuentro con un diálogo en el que constatamos que es importante mirar más allá de nuestra propia ventana. Las personas son más que lo que podemos ver. Hemos de ponernos al lado del otro. Queda en el aire esta pregunta: ¿Se debería luchar por la “asociación” de los colectivos de mujeres migrantes?

Ángel Díaz Matarranz

Acerca de Pepa Torres Pérez

Soy Pepa Torres. Estoy en la mitad de la vida y más….y me gusta. Soy religiosa de la congregación Apostólicas del Corazón de Jesús. Soy filóloga, teóloga y educadora social. Vivo en una comunidad intercongregacional en el barrio multicultural de Lavapiés, con una compañera dominica de la Enseñanza y otra laica y formamos también una comunidad extensa con gente agnóstica de distintos credos religiosos comprometidas contra las fronteras y la precariedad y por los derechos de los migrantes que es la Red Interlavapiés.
-Actualmente trabajo como profesora invitada en el Instituto de Pastoral de Madrid y combino el activismo social y feminista con el acompañamiento a personas y grupos comprometidos en los contextos de exclusión. Mis líneas de investigación están relacionadas con la espiritualidad ignaciana con perspectiva de género, el diálogo intercultural e inter-espiritual, la experiencia de Dios en la periferias y la dimensión místico-política de la fe y la Teología feminista y las luchas migrantes.
Con mi blog pretendo favorece un espacio de información, comunicación y reflexión compartida entre quienes transitamos fronteras y creemos en la mística de la dignidad humana, sea cual sea nuestra tradición cultural y religiosa de procedencia. (informaciónobtenida de http://blogs.periodistadigital.com/pepa-torres-perez.php/2016/02/22/acerca-de-pepa-torres-perez)

Blog de Pepa; http://pepatorresperezblog.blogspot.com.es/




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